Hace unos días conversaba con una amiga acerca de la importancia de sentirnos orgullosos de lo nuestro. Muchas personas creen que solo basta con decir que amamos al país que nos vio nacer. Sin embargo, la idea es aplicar el refrán «obras son amores», por ejemplo, mediante nuestro trabajo o dando a conocer el de personas que llevan el arte peruano en sus venas.
En cuestiones de accesorios, la orfebrería peruana está cobrando un lugar cada vez más importante en el mundo, tanto por la delicadeza de sus acabados como por el exotismo de sus diseños. No obstante, el oficio de elaborar joyas viene de larga data, pero recién hace poco he conocido la obra de algunos creadores que renuevan sus colecciones, equilibrando el sentido de la tradición con el de las modernas exigencias de los consumidores.
Así he descubierto con gran satisfacción los diseños de Kamari («regalo» en quechua), la compañía dedicada a la elaboración de joyas con motivos peruanos, de los cuales me he permitido rescatar en esta ocasión algunos de sus modelos de aretes más elegantes y atractivos.
La tan famosa chakana o cruz andina que ha sido tomada como símbolo de campaña de un conocido partido político también es uno de los motivos de la colección del mismo nombre que la compañía orfebre. La sobriedad de sus formas geométricas es apropiada para casi cualquier ocasión:
Además del modelo anterior, Kamari también ha preparado una opción de chakana con el borde de plata y el interior elaborado con nácar o madre perla. ¿Por cuál se inclinan?
Los aretes de colibrí que ven en la imagen sí que transmiten su forma delicada y libertad de movimiento, plasmados en la combinación de la plata con finas piedras turquesa que simulan los ojos de esta bella ave:
Así mismo, otro de los motivos de inspiración de la colección Kamari son las piedras que conforman el complejo arqueológico de Sayhuite, ubicado en la carretera entre las regiones de Cusco y Abancay. Noten el contraste entre la plata quemada y la pieza de oro en la parte central:
En cambio, en la colección Plumas encontramos unos largos pendientes que resultan idóneos para una noche de fiesta, especialmente si se llevan con vestidos strapless de colores enteros. Altamente recomendable para las chicas de cuello fino y rostro ovalado:
Y para cerrar con broche de oro, en la colección Tokapu hay un hermoso par de aretes cuyo diseño remite a las redes que usaban los antiguos pescadores peruanos y combinan a la perfección con la actual tendencia de mallas que tanta acogida ha tenido desde la temporada pasada:
Imágenes: Kamari
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