El color turquesa se ha impuesto como uno de los predilectos de este verano. La profundidad de su azul nos recuerda el mar, y contagia su alegría aportando color y vivacidad a nuestra prendas.
Se mezcla de maravilla con el oro tanto como con la plata, y da lugar a una variedad de joyas que pueden inscribirse en el estilo tribal, clásico o bien ser completamente contemporáneas. Cualquier que sea tu preferencia, adquirir una joya en este color es un must de la temporada.
Ecléctico y delicioso, este brazalete se inspira de la playa mezclando perlas, turquesas y charms de plata en forma de conchas de mar. Será el acompañante perfecto de un vestido blanco o de cualquier look bohemio.
Entre los aretes, mis favoritos son los más sencillos. El color luce por sí mismo en este diseño clásico en forma de gota con oro y un toque de naranja. Es ideal para mezclar con un look de diferentes tonalidades de azul o para emparejar con unos zapatos o bolso del mismo color.
La turquesa puede ser el centro de la joya o bien un detalle que la hace más especial resaltando el resto de los materiales, como es el caso de esta gargantilla de varias capas de brillantes y plata. El cierre en azul le da una nueva distinción. Es el modelo a tener a la mano para convertir un tank top y unos shorts beige en un atuendo de lo más fashion.
La turquesa tiene variedad en sus tonos. Algunas piedras se acercan más al verde y otras, más al azul. Este anillo viene con armazón de oro de 14 kilates y una turquesa verde rectangular en el centro. El estilo formal del anillo lo hace un buen candidato para llevar a la oficina.
Elsa Peretti crea para Tiffany un modelo que ha sido emblemático de su estilo al dar forma de lágrima a una turquesa. Estos pendientes dan una luz increíble al rostro y se complementan con un colgante del mismo diseño.
Imágenes: Polyvore.
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